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«Me gustaría conocer más personas», lee esta nota si a ti también

Si ya eres uno de nuestros lectores regulares o seguidores en redes sociales, sabes que nos gusta organizar reuniones con personas interesadas en participar y ser parte de la comunidad que estamos desarrollando en La Quince, Santa Ana

En estos encuentros también intercambiamos ideas sobre sostenibilidad y calidad de vida mientras compartimos pizzas recién salidas del horno y cervezas bien frías.

Al finalizar nuestro convivio más reciente, organizado en febrero de este año, nos percatamos de que, aunque nuestros asistentes diferían en edades —nos acompañaron personas entre los 26 a 50 años—, un porcentaje significativo de ellos manifestó querer formar parte de La Quince para poder conocer gente nuevaentablar relaciones significativas con otros o enriquecer su vida social

El hecho de que hombres y mujeres consideren mudarse de barrio debido a su deseo de llevar vidas sociales más fructíferas posiblemente sugiera que los desarrolladores, planificadores y autoridades, hemos fallado en habilitar vecindarios efectivos que respondan a una necesidad tan básica como lo es relacionarnos entre sí.

Estas son algunas de las respuestas que recibimos cuando le preguntamos a nuestros invitados qué les gustaría empezar a hacer que su estilo de vida les impide ahorita mismo: «conocer más personas»; «vivir más en comunidad». 

Muchos de nosotros, por mucho tiempo, hemos vivido en las que pueden ser consideradas como clásicas barriadas panameñas: calles de ancho mezquino, casas una al lado de la otra y, si somos suertudos, encontramos un parque por allí  y otro por allá. 

En vecindarios como estos, la sinergia comunitaria no ha sido considerada como parte integral de nuestra calidad de vida. El concepto de comunidad traído a la realidad es inexistente porque tampoco existen los lugares necesarios para desarrollarlo. Faltan centros comunales, parques, plazas, canchas deportivas y otros puntos de encuentro.  Este es definitivamente un punto a considerar al comprar tu nueva vivienda.

Aunque algunos más que otros, somos seres esencialmente sociales. Nuestro estado de ánimo, sensación de bienestar y desarrollo personal son impactados por la calidad de interacción que mantengamos con nuestro entorno, vecinos incluidos. 

Antes de que este artículo se vuelva demasiado “aspiracional”, seamos francos. ¿Acaso la vida no es lo suficientemente ajetreada y fugaz como para preocuparnos por ostentar “relaciones más positivas y estimulantes” con el vecino de enfrente? 

Pues sí, vivimos en tiempos en los que un vídeo de 30 segundos es considerado demasiado extenso. El ritmo actual de la vida es ciertamente abrumador. Pero hay formas de no comprometer nuestra salud social por falta de tiempo o agendas apretadas, y viceversa.

¿Vivir en Casco?

Sí, completamente posible y nuestra breve guía práctica te explica cómo. 

Descarga la guía

¿Qué tal si dentro de nuestros edificios, complejos residenciales y vecindarios, existiesen áreas que generasen interacción social orgánicamente? ¿Qué tal si el lugar donde vivimos hiciera ese trabajo por nosotros?

Hagamos un experimento imaginando la vida en La Manzana

Piensa en regresar a tu apartamento por la tarde después del trabajo. Quieres tomarte un cinco, así que bajas por un café para tomarlo mientras lees un buen libro desde el patio central del proyecto. Pasa el tiempo y luego, justo en la mesa de al lado, te encuentras con un saxofonista de Fundación Danilo Pérez que acaba de terminar su clase del día. Se conocen y deciden disfrutar un espectáculo en Teatro Malambo, también dentro de La Manzana. 

Toda la interacción descrita arriba sucedería sin siquiera salir del edificio. Sería una cadena espontánea de acontecimientos en la que el residente de La Manzana sólo cumpliría con estar presente, fluir y reaccionar a su ambiente.

La Manzana contará con un patio central que conectará todas las áreas del proyecto. Aparte, será la nueva sede de Fundación Danilo Pérez, Casa Santa Ana, Sabor Local, un teatro con capacidad para 150 personas, oficinas, recintos comerciales y espacios residenciales (último piso).

Este estilo de vida, como cualquier otro, no es para todos. Lo importante es que la atmósfera en la que nos desenvolvamos esté alineada con nuestras necesidades, incluso las sociales.

Muchos de nuestros compradores e interesados en La Manzana y Casa Korsi (proyectos de La Quince) son jóvenes y adultos de mediana edad que se desempeñan dentro del ámbito creativo: músicos, fotógrafos, diseñadores gráficos, empresarios independientes, arquitectos, artistas o chefs. Otros se encuentran confrontando cambios importantes en sus vidas y les cae muy bien renovar y fortalecer su círculo social. 

Para este grupo de personas, la posibilidad de hacer networking, cultivar nuevas relaciones interpersonales y vivir en medio de vecindarios que las propicien es esencial.