Explorando La Central, nuestro primer Jane’s Walk del año
La Avenida Central es una de las zonas más emocionantes de la ciudad de Panamá, y lo ha sido durante décadas. Allí todavía convergen personas de todas las etnias, edades, culturas y clases sociales.
Recorre sus calles y te encontrarás a los personajes de siempre: Silfa vendiendo su arroz con leche a todo pulmón; artistas callejeros; el señor Rigoberto junto a su puesto de plantas medicinales; niños jugando fútbol en la vía; los fieles comensales de las fondas; amigos aprovechando el espacio público para ponerse al día; billeteros al lado de vendedores de frutas; quienes vamos a caminar o hacer mandados y los que saben que nada es demasiado singular como para no conseguirse en alguno de los cientos de locales comerciales que allí se encuentran.
Pero entre tanto, existen dos atributos particulares del área que a veces pasamos por alto: su diversidad económica e histórica arquitectura.
Edificio de la primera Sociedad Española de Beneficencia de Panamá, inaugurado en 1912.
Antes que nada, ¿qué son los Jane’s Walk?
Son paseos urbanos nombrados en homenaje a la filósofa, escritora y activista Jane Jacobs, reconocida internacionalmente por enfrentarse a titanes inmobiliarios como Robert Moses y detener monumentales desarrollos urbanísticos que atentaban contra la vitalidad comunitaria en vecindarios y áreas neoyorquinas, como Greenwich Village y Washington Square Park durante la década del 60.
Defendía que «las ciudades tenían la capacidad de ofrecer algo para todos, sólo porque, y sólo cuando, eran creadas por todos». Su primer libro, Vida y muerte de las grandes ciudades, fue calificado por The New York Times como una de las obras más influyentes en la historia de la planificación urbana.
Sus prioridades siempre fueron el espacio público y el ser humano por encima del automóvil. Inspiradas por sus ideales, el propósito de estas caminatas es volver a conectar a la gente con su entorno, a escala de peatón, prestando atención a todo aquello que normalmente es ignorado.
Lo más interesante de los Jane’s Walks es que todos somos guías, cada caminante puede compartir su conocimiento y datos curiosos sin reservas.
Edificio La Pollera
Villa Nueva & Tejeira
1928 – 1929
«Un hito del barrio, uno de los primeros ‘rascacielos’ de la capital con cinco pisos a la Avenida Central y seis a la Calle Colón. La estructura es de concreto armado; desde el inicio hubo un ascensor» (Guía de arquitectura y paisaje Panamá, Eduardo Tejeira Davis, 2007, p.236).
Explorando La Central
Dirigido por el arquitecto Rodrigo Guardia, el grupo de caminantes se dio cita en el actual Banco General de La Central, antigua sede de la Kodak Panamá, un edificio construido en 1946 y reformado cuatro décadas después. El recorrido abarcó toda la peatonal, desde la Plaza 5 de Mayo, finalizando frente al parque de Santa Ana.
La cantidad de piezas arquitectónicas valiosas localizadas a lo largo de La Central es sobrecogedora. El legado histórico de firmas como Schay y Holzer, Villa Nueva y Tejeira o Méndez y Sander, la convierten en un museo escondido a plena luz. Edificios que introdujeron las nociones modernistas a nuestro país, como el Banco Nacional de Panamá (1938); el abandonado Teatro Central, que aún conserva parte de su fachada original; el Edificio La Pollera (1929) o la soberbia y elaborada fachada de la primera Sociedad Española de Beneficencia (1912).
En medio del coloquio multigeneracional que emergió mientras caminábamos, surgieron diversas observaciones sobre la dinámica actual de La Central:
- Sigue tan viva y activa como siempre. La Central ha servido a la capital como eje comercial y social desde el siglo XX. Todavía hoy, decenas de miles de personas la transitan semanalmente. Y ahora parece ser el momento más oportuno para recorrerla, luego de su reciente revitalización, que incluyó la instalación de nuevos adoquines e implementación de áreas verdes y zonas de esparcimiento público.
- Aunque su economía es en gran parte informal, o tal vez por ello, La Central atrae un público que realmente valora ese modelo de negocio. Ahí uno llega a buscar a los vendedores ambulantes, artesanos, artistas y fondas que no se encuentran en ningún otro lugar. El panameño sabe que es al costado de las calles de La Central donde se pueden conseguir rarezas.
Estos paseos urbanos son actividades gratuitas abiertas a todo público.
- Nos dimos cuenta de que la mayoría de los edificios en La Central tienen balcones. Durante los años 90, la oferta inmobiliaria intentó eliminarlos, sin embargo hoy los balcones vuelven a ser, para muchas personas, un factor determinante en la decisión de compra de un apartamento. Son un elemento arquitectónico que, como observamos en la peatonal, propician transiciones orgánicas entre el espacio privado y el público, fomentan relaciones entre los vecinos y representan una manera pasiva de lidiar con nuestro caluroso clima.
- Casi todos los caminantes afirmamos preferir apreciar los edificios de La Central sin los inmensos carteles colgantes de los almacenes. Creados originalmente así para ser vistos desde los carros, cuando la Avenida Central no era peatonal. Lo extraño es que la práctica ha continuado, aún después de prohibirse la circulación de autos por el área. Lamentablemente ciertas costumbres son difíciles de eliminar.
- Al estar muy próxima a una de las principales estaciones de metro (5 de mayo), poco a poco La Central va recuperando su protagonismo como núcleo urbano. Muchos de los que asistimos a este Jane’s Walk escogimos llegar utilizando ese medio de transporte.
Los Jane’s Walk son oportunidades para evaluar y apreciar nuestras ciudades, barrios y avenidas con otros ojos, volver a imaginar el espacio público, valorar nuestro entorno y señalar lo que podríamos mejorar antes de finalmente tomar acción. Organizaremos otras caminatas como ésta a lo largo del año. Para mantenerte al tanto sobre fechas y locaciones puedes suscribirte a nuestro blog o seguirnos en Instagram y Facebook.
